Situada en el valle del Loira (Francia), la prestigiosa DO Chinon cuenta con 2500 hectáreas de cabernet franc. El pueblo de Cravant les Coteaux comprende 750 hectáreas de esta DO pero solamente 70 hectáreas de esta denominación se encuentran en la ladera. El Domaine de Pallus posee 12 hectáreas de estas 70, consideradas como «grand cru». Desde 2005, Bertrand Sourdais, la quinta generación de propietarios en Domaine de Pallus, trabaja para revelar el encanto y el carácter histórico del cabernet franc en sus vinos.
El tatarabuelo Josep Moron arrienda el Domaine de Pallus
Joseph Moron compra el domaine
Fallece Joseph Moron y arrienda el domaine J. Sigonneau
Clémentine Moron, esposa de Sourdais (hija de Joseph Moron), vuelve a retomar el domaine
Fallece Clémentine y toma la gestión su hijo Raoul Sourdais
Modernización del domaine. Nuevo pozo, llegada del primer tractor y jubilación del caballo de trabajo
Muere Raoul Sourdais y toma la gestión Jean-Bernard Sourdais, su hijo y padre de Bertrand
Primer embotellado en la propiedad
Estudios de enología y viticultura de Bertrand
Bertrand Sourdais toma la gerencia de la propiedad
El domaine ya cultiva 100% en ecológico
Revolución de los Pensées de Pallus y vinificación parcelaria
Primera añada de los grand cru « La Rougerie » y « La Croix Boissée »
Llegada de Martin Sourdais, hermano de Bertrand y su esposa Pauline que dejan el oficio de panadería para volver al Domaine de Pallus
Valle del Loira
63m
47° 15' 4.21"
36° 75' 78.3160"
Cabernet Franc
Atlántico
Domaine de Pallus goza de una situación única en la denominación Chinon. En efecto, está rodeado de viñedos en plena ladera, la mejor zona de la DO. Cada tipo de terroir dará su nombre a uno de los vinos de la propiedad.
El suelo es la columna vertebral de la expresión « terroir » en el vino.
Debemos respetar la riqueza y la diversidad de los suelos para encontrar su morfología en nuestros vinos.
En Domaine de Pallus decidimos en 2009 empezar a trabajar nuestras tierras en ecológico, en primer lugar por respeto a nuestro ecosistema, y en segundo porque consideramos que es la mejor forma de transmitir la genética de nuestras tierras a nuestras uvas.
En Domaine de Pallus decidimos en 2009 empezar a trabajar nuestras tierras en ecológico, en primer lugar por respeto a nuestro ecosistema, y en segundo porque consideramos que es la mejor forma de transmitir la genética de nuestras tierras a nuestras uvas.
El suelo es la columna vertebral de la expresión « terroir » en el vino.
Debemos respetar la riqueza y la diversidad de los suelos para encontrar su morfología en nuestros vinos.
En Domaine de Pallus decidimos en 2009 empezar a trabajar nuestras tierras en ecológico, en primer lugar por respeto a nuestro ecosistema, y en segundo porque consideramos que es la mejor forma de transmitir la genética de nuestras tierras a nuestras uvas.
Como cada añada es diferente, Domaine de Pallus adapta su trabajos en las viñas en función de las condiciones climatológicas, por ejemplo, en una añada seca la poda en verde será más temprana y el aclareo de los racimos será más riguroso.
Cada intervención se decide en tiempo real, siempre mirando por el bienestar del viñedo, con el fin de captar las sutilezas de cada añada.
Cabernet franc, la variedad histórica.
La cabernet franc proviene de la zona del País Vasco, en España, desde donde fue introducido por los peregrinos del Camino de Santiago a su regreso desde Santiago de Compostela en los pueblos de Messanges y Cap-Breton (otro nombre para esta variedad).
2,70 ha alrededor de la bodega
cabernet franc
laderas de arena caliza
biodinámico y vendimia manual
del pueblo de Cravant les Coteaux
cabernet franc
terraza a mitad de ladera en « Pallus »
arena con piedras ricas en hierro sobre roca calcárea
Cravant les Coteaux, orgulloso de su terroir excepcional, de su ladera expuesta idealmente y de sus viñas viejas herederas de un patrimonio ancestral, es la flor de los vinos de Chinon.
Les Pensées de Pallus proviene de las mejores viñas de este terroir y ha sido siempre el cru más fino de los vinos de Chinon.
Le Clos de Pallus monopole de Domaine de Pallus es la parcela más familiar, ya que todos nosotros la cruzamos cada día para llegar a la bodega.
Con su exposición sureste, forma parte de las viñas más precoces del domaine y es, de alguna manera, nuestra referencia en lo que al cabernet franc respecta.
del pueblo de Cravant les Coteaux
cabernet franc
1,97 ha plantadas en dos tiempos en 1962 a 5000 cepas/ha
Suelo: arcilloso silíceo sobre roca calcárea
biodinámico
del pueblo de Cravant les Coteaux
cabernet franc (selección masal)
Parcela de 0,51 ha sobre ladera pronunciada, plantada en 1974, con exposición sur
arcilla sobre roca calcárea
La Croix Boissée es una parcela única. Viñas viejas plantadas en 1974, situada sobre la mejor pendiente de la ladera de Cravant y con una exposición ideal, pleno sur. Es un auténtico tesoro para los vinos de Chinon.
La parcela de la Rougerie se encuentra en la zona superior de la propiedad, en una suave pendiente con exposición plena sur.
Además de una situación geográfica ideal, las viñas crecen sobre una mancha de pura arcilla, lo que proporciona al cabernet franc majestuosidad con una nariz mística, produnda y fascinante.
del pueblo de Cravant les Coteaux
cabernet franc
Media hectárea plantada en dos tiempos, en 1952 y 2007
Arcilla pura
del pueblo de Cravant les Coteaux
terraza a mitad de ladera en el paraje de « Pallus »
arena sobre arcilla
biodinámico
Cuando pensamos en los grandes vinos blancos del valle del Loira pensamos en la variedad Che-nin blanc y en los vinos de Montlouis, Savenierres, Vouvray o Coteau du Layon, pero no en Chi-non…
La variedad histórica del valle del Loira desde hace muchos siglos (encontramos ya su primera huella en 1152 en la abadía de Bourgueil) fue traída por los peregrinos de vuelta de Santiago de Compostela. El cabernet franc ha encontrado en Cravant les Coteaux su terroir ideal.
Sus aromas sutiles de frutos rojos y sus taninos finos contribuyen a su reputación.
En Domaine de Pallus nos esforzamos por mantener y conservar toda la autenticidad y las grandes cualidades de esta variedad única.
A través de la biodinámica, Bertrand Sourdais cuida de sus parcelas con tratamientos naturales, como la aplicación de la preparación 500, y también elabora de su propio compost.
La magia de las añadas que terminan en 9
Es curioso cómo todas las añadas que terminan en 9: 59, 89, 2019… resultan ser añadas míticas. No es posible explicar con certeza lo que es, pero ciertamente hay algo especial en esos vinos, que no sucede todos los años.
Comenzamos con un invierno que fue bastante suave, no muy frío. Hubo un pequeño período de refresco en el mes de febrero y se observó un desborre precoz el 1 de abril. El 3 de abril tuvimos -3ºC, así que todos los brotes que habían aparecido fueron castigados por la helada, con lo que ya tuvimos un pequeño impacto sobre la cosecha. Sin embargo, como el desborre había llegado muy temprano, la viña no sufrió en exceso y los brotes volvieron a crecer. Obviamente, con un racimo en lugar de dos y de un tamaño menor. Por lo tanto, el mes de abril de 2019 ya supuso una reducción de los rendimientos a la mitad.
La primavera se desarrolló lenta y tímidamente, sin temperaturas altas. La vegetación comienza a crecer poco a poco, no hay que olvidar que el invierno había sido seco y se siente una especie de retención en el crecimiento.
A principios de junio llegan las esperadas primeras lluvias y al mismo tiempo comenzamos a ver florecer, del 3 al 17 de junio. Una de las características de la añada 2019 es que se observa un crecimiento abundante a pesar de un régimen hídrico severo. Podemos suponer que esto se debe a la generosidad del año anterior, que participa de este bienestar..
A finales de junio-principios de julio llega la primera ola de calor con temperaturas que alcanzan los 42ºC, algo realmente inusual en el Loira. En agosto hubo una nueva ola de calor que también trajo momentos en los que se superaron los 41ºC. Además de este calor, se observó en este año que hubo mucho sol, un sol realmente brillante y una luz cistalina. Este calor y esta luminosidad supusieron, desde el punto de vista del control de las enfermedades, un panorama perfecto.
A finales del mes de agosto se suavizaron las temperaturas y a mediados de septiembre llegan al fin las necesarias lluvias, que permiten fluidificar y homogeneizar la madurez. La vendimia tiene lugar del 23 de septiembre al 4 de octubre.
La añada 2019 transmite precisión (gracias a la luz), densidad (gracias al hielo) y finura (gracias a la memoria del 2018): una añada antológica
La generosidad!
El invierno estuvo marcado por abundantes precipitaciones en forma de nieve y lluvia (en enero sumaron 120 mm).
La nieve, sangre de la tierra, permitió reponer las reservas de agua del subsuelo mientras que aportó una fracción de nitrógeno. Esta tendencia lluviosa continuará hasta mediados de julio.
La primavera fue sorprendentemente suave, por lo que se observaron los lirios en flor el 21 de abril y el regreso de golondrinas el 16 de abril.
Las temperaturas aumentaron progresivamente de en mayo y junio, con mínimas particularmente altas, creando un ambiente «semi-tropical» que aumentó la presión de las enfermedades, especialmente del mildiú. Se necesitó poner especial cuidado en el trabajo, una vez más la viña mostró un buen nivel de autodefensa y resultó poco afectada.
A partir de mediados de julio, las temperaturas aumentaron para estancarse en agosto.
El mes de agosto fue cálido y seco, lo que vino a contrastar con la primera mitad del año, muy generosa en lluvia.
Septiembre vino seco y aportó una madurez de una intensidad insólita, con uvas hermosas, carnosas y densas. La vendimia para los blancos tuvo lugar el 13 de septiembre, pero decidimos esperar hasta el 20 de septiembre para cosechar nuestros cabernet franc debido a un ciclo vegetativo retrasado.
Entre la larga temporada de lluvias y la temporada cálida, la cosecha 2018 fue marcada por las cuatro estaciones. La añada está dotada a la vez de finura y fluidez, pero con una gran potencia en boca.
La armonía de las estaciones de 2018 acompañó a la viña para producir esta extraordinaria añada que se acercará a la excepcional 1990. 2018 es un verdadero éxito tanto en calidad como en cantidad.
La seductora
El invierno fue suave, clemente y sin agua. El 8 de marzo observamos que la viña sigue llorando desde enero, signo de que el suelo no se ha enfriado del todo y de que la viña no ha tenido un reposo invernal profundo.
Abril seguirá siendo bueno y seco, lo que provocará una brotación ultra precoz el 3 de abril. Observamos que la flora de los alrededores reacciona de la misma forma, con la floración del « muguet » el 12 de abril (en lugar del tradicional 1 de mayo).
Del 18 al 20 de abril rozamos la catástrofe con temperaturas que pasan de 2ºC a 0ºC, pero la ausencia de humedad evitó una helada grave. Desgraciadamente, este episodio de frío continuará hasta la helada del 28 de abril que provocará la pérdida del 15% de la producción.
El buen tiempo volvió y la floración fue precoz y rápida (la más rápida jamás observada hasta la fecha, sólo tardó 7 días cuando normalmente hacen falta 15), con una gran intensidad aromática.
En junio hizo mucho calor, registramos hasta 38ºC en Domaine de Pallus. Esta canícula durará desde el 15 de junio hasta finales de Julio. Los racimos se quedarán pequeños debido a este comienzo de verano extremo. El envero comenzó el 31 de julio. A partir de agosto, las temperaturas frescas y el agua ralentizaron el envero.
En septiembre cambiamos de escenario con la vuelta del sol y del calor ! Con este fin de estación apoteósico la vendimia tuvo lugar entre el 18 y el 29 de septiembre.
Los caprichos de la naturaleza marcaron la añada 2017. Los episodios de calor y sequía de primavera dieron mucha intensidad a los vinos. La flor ultra rápida y fragante proporcionó una precisión en los taninos y una madurez homogénea en toda la viña.
2017 produjo buenos racimos pero con poco jugo debido al carácter seco del año, responsables de la alta densidad en los vinos.
La reacción del cabernet franc fue, una vez más, perfecta, ofreciéndonos una añada poco ácida, más bien dulce, densa, precisa y muy confortable.
2017 es una añada espléndida que seduce ya a los amateurs más sensibles !
La luchadora!
La helada del 27 de abril en primavera marcará esta añada.
Después de un comienzo de invierno tímido y suave, febrero y marzo fueron más bien fríos, provocando un retraso a la viña. Abril volvió a ser suave y los brotes aparecieron rápidamente.
Desgraciadamente, la helada del 27 (por debajo de los -2ºC) fue devastadora, recordándonos la catástrofe de 1991 !
La primavera fue fresca con buenas precipitaciones en mayo.
Las temperaturas vuelven a la normalidad a mitad de junio.
Anotamos la flor el 15 de junio.
El verano fue bueno y sobre todo seco, con temperaturas mínimas verdaderamente bajas (anotamos 7ºC el 15 de julio y 6ºC el 11 de agosto).
El envero comenzó el 16 de agosto.
La sequía continúo a comienzos de septiembre, pero las lluvias del 14, 15 y 16 de septiembre, con 36mm de agua, permitieron a la viña encontrar las condiciones ideales para la última recta de este período de maduración.
A pesar de un año de contrastes, el cabernet franc se portó muy bien.
El impacto del hielo dió bajos rendimientos, pero un vino de una gran densidad.
La añada 2016 dio buena estructura a los vinos gracias a un final de estación óptimo, además de una gran finura y expresividad en boca.
Precisión y discreción!
El invierno fue frío con pocos días buenos en febrero, sin la pre-primavera típica.
La respuesta de la viña fue clara, pocas lágrimas y tardías (observación el 4 de marzo).
La vuelta de las golondrinas el 5 de abril anunció un mes bueno y caliente con una brotación el 14 de abril.
El comienzo de mayo fue muy cálido (hasta 30ºC), con la llegada de la flor muy temprana. Observamos una floración super precoz el 31 de mayo.
La segunda quincena de junio fue muy fresca, con una bajada de temperaturas acompañada de lluvia (50mm el 14 de junio).
Julio fue muy cálido y canicular, pero la viña lo soportó bien gracias a las lluvias de junio.
A partir de finales de julio y durante todo el mes de agosto las temperaturas bajaron mucho, con mínimas durante el día de 15ºC y precipitaciones débiles. La viña descansa.
Del 23 al 26 de agosto fuertes precipitaciones (70mm) reanimaron la viña.
A finales de agosto y principio de septiembre el tiempo fue bueno y cálido, un clima ideal para terminar la temporada.
La vendimia fue precoz, el 15 de septiembre para el rosado y del 19 al 29 de septiembre para los tintos.
La añada 2015 es probablemente la que esperamos para los grandes vinos. Un año sin dificultad con sucesión de lluvias y buen tiempo han dado a los vinos una estabilidad sin igual.
Una añada de un equilibrio de gran clase donde cada elemento, acidez, aroma, tanino y alcohol son de una absoluta precisión.
Aunque poco mediática debido a la sombra de su predecesora, la añada 2015 está hoy considerada como una de las grandes añadas de la década de 2010, la de los vinos de guarda por excelencia.
La hora de la madurez !
El invierno de 2014 fue muy suave, permitiendo a la viña crecer con rapidez. Los brotes se hincharon bastante pronto y la viña brotó el 30 de marzo.
El comienzo de la primavera fue seco, muy seco, lo que retuvo un poco la viña dando lugar a un retraso de crecimiento.
A partir de finales de mayo la lluvia abunda, la floración fue sobre el 9 de junio.
El verano fue más bien fresco y lluvioso, lo que provoca de nuevo un retraso, el envero comienza el 11 de agosto y termina el 29 de agosto.
Después de un comienzo de año con una climatologia caótica, finalmente a primeros de septiembre llega un tiempo cálido y seco que permite la homogeneización de la madurez de las uvas.
Las cuatro semanas de septiembre serán excepcionales como nunca : sin lluvia, con sol diario y con temperaturas medias elevadas.
La vendimia empezó el 25 de septiembre y terminó 4 de octubre.
Con un año que termina en apoteosis, esta añada 2014 nos ofrece una madurez y una elegancia que podemos encontrar en boca.
Probablemente el éxito de estos últimos años, los amantes del vino encontrarán las cualidades únicas de los crus de Domaine de Pallus en esta añada 2014.
Salvados del agua !
El invierno de 2013 fue muy lluvioso y fresco.
En primavera la lluvia se mantuvo y provocó un retraso del ciclo vegetativo.
A final de mayo la lluvia abundaba, aunque a pesar de ello la floración acudió a su cita. Las viñas viejas constatan así que su patrimonio genético es sólido.
El 17 de junio, a las 3 de la mañana, una tormenta de granizo cae y divide la cosecha en dos.
La lluvia sigue y provoca un ataque de mildiu a mediados de agosto, pero una vez más la viña se defiende y resiste bien.
Los magníficos días de principios de septiembre contribuyeron a la buena madurez de la uva.
A pesar del temporal, insistimos más que nunca en los trabajos sobre la vegetacion y retiramos todas las uvas destruídas o estropeadas por el granizo para conservar sólo las mejores y reforzar así la calidad de las mismas.
Este trabajo minucioso y manual se verá recompensado por un fin de ciclo generoso.
Los rendimientos fueron pequeños, pero estamos orgullosos de los vinos del 2013.
1 Route de Chinon, 37500
Cravant-les-Côteaux,
Francia
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